¿Te duele el dinero?

16.08.2021

Los conflictos con el dinero son indicadores de problemas a otro nivel. Estos problemas materiales son los mismos que, generalmente, vivimos en el plano emocional. Aquí tienes patrones donde tal vez encajes; patrones que te ayudarán a resolver lo que no resuelves.

EL AVARO

Es un ser dominado por el miedo. Su creencia: a mayor cantidad de dinero, mayor seguridad. Guarda "por si le pasa algo", quiere "estar preparado por si...". Siempre es negativo. Con este tipo de pensamiento crea entorno a él un malestar continuo, ya que su miedo se está retro-alimentando siempre. Su miedo es cada día mayor.

Puede llegar a tener fortunas... pero seguirá viviendo de manera miserable. Y sucede así, porque espera que la fuerza y el poder que tanto anhela le lleguen de fuera... cuando ambas son algo interno. NADA EXTERNO MODIFICA UNA CONDUCTA CUANDO ES ALIMENTADA DESDE UN PATRÓN MENTAL.

**Estas son sus características:

  • Incapacitado, desde su estructura mental, para disfrutar
  • Inseguro siempre, por más dinero que tenga
  • Es un ser vicioso, y esto deriva del guardar y acumular dinero desde un plano negativo. Está generando continuamente un cúmulo energético acorde con esta negatividad. Sus sensaciones emocionales le impulsan a seguir con esta conducta. Entra en círculos viciosos cada vez más graves. Se hace daño sin cesar.

EL DESPILFARRADOR

El opuesto al Avaro (aunque, según la Ley de Polaridad, ambos son iguales. Los extremos se tocan). Estamos ante una persona que no puede retener el dinero. Siempre gasta más de lo que debe y llega a quedarse sin nada, destruyendo patrimonios. Si analizamos antecedentes familiares, hallaríamos casi con seguridad una notable cantidad de avaros en su árbol genealógico.

También le habita el miedo, pero (en este caso) miedo a tener dinero y "parecerse a..." No quiere cerca una fortuna porque la relaciona con conflictos y desavenencias.

**Ésta es su principal característica:

  • Tiende a conductas de falta de responsabilidad. Se trata de una forma de bloqueo constante que le impide ver las consecuencias de sus actos

EL QUE VIVE EN POBREZA

No sólo desde el plano material, sino desde el resto de niveles de vida. Es un ser que siente que no le quieren, se siente solo y abandonado. Reclama afecto de forma patológica (parece no alcanzarle nunca lo que le dan o le dicen, sobre todo cuando se trata de los más allegados).

El patrón mental que rige en él es éste: LA DESVALORIZACIÓN, que se traduce en "no sirvo" y "no puedo". De ahí que active constantemente juegos muy fuertes de exigencia y auto-exigencia, rodeándose, además, de personas exigentes que le hacen vivir exigido al máximo en todas las áreas (desde la laboral, a la emocional, la familiar, la sexual...). Al ser imposible cumplirlo todo, renuncia siempre a todo. Nunca consigue nada. Se auto-sabotea cada día.

**Estas son sus características:

  • Se auto-castiga siempre. Se desvaloriza y reafirma continuamente el "no lo merezco". Es una suma de conductas sin fin. Una espiral infernal de retro-alimentación dolorosa
  • Llega a convencerse de que "nada bueno me puede pasar" o de que "lo bueno dura poco"
  • Vive siempre en una larga lista de carencias. Se asegura, desde el inconsciente, una vida en la pobreza. Y, también, no poder salir de ella

EL COMPULSIVO

La compulsión funciona desde patrones mentales que garantizan sufrimiento. Compulsión en gasto, en comida, en bebida, en sexo, hasta en fumar; personas 'enganchadas' al malestar.

Aparece en los inicios como un auto-castigo, pero va creciendo hasta una auto-destrucción si no se detiene. Comienza así: "Voy a comprarme algo para darme un gusto" (o, en otra versión, "voy a quedar con esta persona para darme un gusto"); y la tarjeta electrónica empieza a funcionar... o lo que tenga que funcionar en cada caso. Llega el descontrol. Lo que comenzó como un 'regalo' se transforma en enojo, culpa, críticas... y más culpas.

No existe el disfrute, pero a la vuelta de la esquina regresa el deseo de más. Una droga real (en los jugadores, la culpa es aún mayor porque la pérdida material que enfrentan perjudica a los seres que más quieren).

**Estas son sus características:

  • Los compulsivos son inconscientes, pero existe un conocimiento consciente de los hechos acompañado, eso sí, de una sensación de no poderse controlar
  • El verdadero motor que impulsa a estas personas es LA NECESIDAD DE DAÑARSE que les genera tanta culpa
  • Sus actos compulsivos tienen características de HÁBITOS. Funcionan casi como algo 'mecánico', casi 'involuntario', algo que ni 'registran'. Pero que les daña más y más

¿CÓMO CAMBIO?

En primer lugar, tomando CONCIENCIA de dónde estás. Cuál de los anteriores patrones te mueve. Asúmelo... y di SÍ a dejarlo atrás definitivamente en tu vida. A empezar un importante trabajo de acción para cambiar y dejar de sufrir.

Después, ésta es la consigna: NO ME IMPORTA EL DINERO. Debes hacerla tuya como el respirar.

- Si lo tienes, si tienes dinero, te habrás desapegado de él y nunca te va a faltar porque lo has encajado en tu vida en la "frecuencia suministro". No intervienes en ella y el dinero llegará siempre a ti conforme a tu necesidad.

- Si no lo tienes, algo impide en tu vida la comunicación con el dinero. Analízalo. Puede que digas "no me importa" como sinónimo a "me supera", "no puedo", "no lo merezco" o "no sirvo". Puede que te estés rigiendo por un patrón de desvalorización. No es posible que no te interese algo que está presente en cada acto de nuestra vida. Ten esto en cuenta: NO HAY NADA GRATIS; cuando algo es gratuito, siempre hay un costo para alguien: lo que vale lo está pagando otra persona.



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