Decirle SI a tu cuerpo
Hasta que no le digas SÍ a tu cuerpo, él no será pleno; hasta que no te digas sí a ti mismo (con total convicción), no podrás SER verdaderamente. Decirte sí es poder mirarte al espejo amando cada parte de ti, la que falta, la que sobra, la que debería estar o la que nunca debió estar. Cada parte de ti hace al maravilloso ser que eres, así te reconoce tu esencia hoy. Simplemente ponte a pensar qué sería de ti sin una de esas cicatrices. Usualmente, las cicatrices tienen que ver con situaciones traumáticas o con algo muy bueno que nos ha ocurrido en la vida. Hay cicatrices que tienen que ver con peleas, con cambios de contextura física, con operaciones, con partos, con enfermedades. Lo que sí podemos asegurar es que siempre hay un antes y un después luego de una cicatriz. También existen cicatrices de tipo emocional, y a esas tampoco escapamos en el recuerdo. Entonces, vuelvo a decirte: date 5 minutos de tu día para pensar ¿qué sería de ti sin esas cicatrices?
¿Lo has pensado? Ahora mírate al espejo y ámate. No serías igual sin esas cicatrices, sin eso que está de más o de menos. ¿Lo quieres corregir? Está bien, pero solamente podrás hacerlo si amas lo que ves hoy. Recuerda que se hace más fuerte algo contra lo que luchamos, pues al resistirnos le damos la fuerza necesaria, nosotros mismos lo alimentamos. Ama y deja ir esa parte de ti.
Fragmento del manual de INSOUL (curso canalizado y desarrollado por Adriana Urse Alaníz para el despertar del universo personal).